Solemos creer que la creatividad, únicamente, tiene que ver con esa parte en el proceso donde produces, haces, creas. Pero son igual de importantes los momentos en los que te detienes, dejas de hacer, respiras, descansas, te alejas y observas desde otra perspectiva para poder ver diferentes soluciones y tener nuevas ideas.
Por lo tanto, la creatividad se siente y experimenta de todas las siguientes maneras:
— No saber qué hacer
— Saber exactamente qué hacer
— Frustrarte y dudar
— Emocionarte y sentir certeza
— Empeñarte
— Replantear
— Seguir por el mismo rumbo
— Cambiar de rumbo
— Aburrirte
— Divertirte
— Analizar cada detalle
— Seguir tus impulsos sin razón
— No querer ver
— Observar
— Sentir que el tiempo no corre
— Perder la noción del tiempo
— Desmotivarte
— Volver a motivarte
— Sentir miedo
— Ilusionarte
— Paralizarte
— Seguir tu curiosidad
— Tomártelo muy enserio
— Jugar
— Desconectarte
— Conectarte
— Desconfiar
— Confiar
— Controlar
— Soltar
— Bloquearte
— Fluir
— Detenerte
— Moverte
— Distraerte
— Concentrarte
— Cometer errores
— Tener aciertos
— Ver dentro de ti
— Explorar fuera de ti
— Hacer
— Deshacer
...
Básicamente, la creatividad es: el acto de vivir.
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