Lograr valorar mi trabajo ha sido de los procesos más lentos y complejos tanto profesional como personalmente. Y es que no es tan sencillo como sólo repetir unas palabras "mágicas" para creérnoslo. Por ello, la palabra clave siempre es PROCESO. Y, como todos los procesos, tienen que ir acompañados de: cuestionamiento, análisis sincero y profundo y adentrarnos en nuestras emociones.

Para valorar nuestro trabajo y poder venderlo, es necesario que sea en ese orden. Pero, normalmente, queremos que sea a la inversa; primero venderlo para que eso nos de un sentimiento de valor por lo que hacemos. El problema, es que hacerlo de esa manera, hará que dependamos de la validación externa y si esas ventas bajan, nuestra autoestima igual.

En cambio, si primero trabajamos en comprender y fortalecer la imagen que tenemos sobre nuestro talento y lo que ofrecemos, podremos tratarnos con mayor compasión y gentileza, navegando las adversidades y permitiéndonos caer y levantarnos sin sentir que hemos fallado o, peor aún, que nos hemos fallado. Entonces, seremos capaces de separar nuestro valor como persona, de nuestro trabajo.

A mí me tomó muuuchos años el poder identificar mis cualidades esenciales, mis diferenciadores (que me gusta llamarlas "rarezas"), el valor en lo que hago y aporto y sentirme cómoda compartiéndolo. Durante mucho tiempo, preferí esconderme, para evitar ser criticada, pero la gran ironía es que dentro de mí vivía con la peor juez.

Si te soy sincera, no tengo un paso a paso de cómo lograrlo. De hecho, sigo trabajando en ello. Y, además, cada persona debe vivir sus propios procesos, librando sus propias batallas y luchando contra sus propios demonios.

Lo que sí te puedo contar, si te sirve como consejo, es que continúes. Y si debes de cambiar de rumbo, ¡HAZLO! No hay mejor maestro que la práctica. Y aunque sigas cayéndote, lo importante es que siempre hagas un análisis introspectivo para tener un nuevo aprendizaje lleno de grandes descubrimientos. Porque nada es un error si te enseña a crecer.

Sigue siempre tu curiosidad y tu intuición. Los demás seguro querrán opinar y decirte por dónde, pero sólo tú sabes lo que resuena contigo. Así que ya dejaré de darte mis propios consejos para que mejor me cuentes qué descubres en tu propio andar.

Te deseo que puedas mirar tu trabajo sin vergüenza y que te animes a compartir tus cualidades esenciales al mundo. Cada persona tiene algo importante que aportar y, normalmente, tiene que ver con contar su experiencia de sus propias aventuras.

Recuerda:
El valor de lo que haces, está en lo que descubres al hacerlo.

~

Para complementar este tema, te invito a escuchar el live que tuvimos este mes: "Vender por amor al arte"

~

Suscríbete al Newsletter

Para recibir notificación de cada nuevo artículo escrito en el blog, avisos y actualizaciones del taller. Y que puedas formar parte de este ecosistema como un gran Bichoraro.