Es una de las frases favoritas de nuestrxs padres/madres o de las personas que tienen hijxs a los que no.
Uno de los recuerdos que más me marcaron de pequeña es escuchar a mi mamá cuando estaba sumamente agobiada: “necesito irme y tener unas vacaciones”. Creo que es gran parte de las razones por las que me exigí tanto ser “la hija perfecta” porque en mi entendimiento y autoexplicación infantil, creía que debía serlo para que mi mamá no quisiera “abandonarnos”.
Hoy comprendo (sí, al ser madre) que literalmente, sólo necesitaba sus momentos de respiro a solas. Porque ni ella es perfecta ni yo necesitaba serlo.
Y ahora de mamá, más que nunca; estoy sanando mi autoexigencia y permitiéndome ser buena madre también -y aún más- en los momentos en los que siento que me desbordo, en los que estoy exhausta, cuando me desespero e impaciento.
Así que hace unos momentos busqué a mi mamá para decirle que había tenido uno de esos días en los que quería(s) “escapar”. Y que mi niña interna hoy te mira, te entiende y te manda un abrazo en el presente sanando el pasado.
Y ella me dijo: “siento mucho que hayas interpretado erróneamente mis palabras hace años. No eras una carga. Sólo necesitaba un respiro”
Respirar, fue lo que hice en conjunto con mi hijo. Y recordarle que aunque haya sido un día difícil para los dos, más que nunca quería que supiera que lo amo y que no necesitamos ser perfectos.
Nos libero de esa carga tan exigente y agobiante. Para aceptar los dias "malos ", como lo que son: sólo falta de respiro.